Aquello que da sentido a nuestra vida, que nos ofrece estabilidad, son los llamados puntos de apoyo. Familia, hijos, pareja, amigos, profesión, estudios, aficiones, proyectos, sueños… Cuantos más puntos de apoyo, más y mayor estabilidad tenemos.
Los puntos de apoyo contribuyen a la felicidad humana, a la felicidad de cada uno de nosotros. Pero para que esa felicidad sea posible se deben cubrir las tres necesidades psicológicas de la persona. Nada más y nada menos que los requerimientos imprescindibles para asegurar nuestra supervivencia y desarrollo personal.
La primera de ellas es la Seguridad. La confianza en que tenemos control de nuestras emociones y del entorno en el que vivimos. Si cubres la necesidad de seguridad, te sientes seguro y confiado.
La segunda es la Aceptación. Tener la aprobación de quienes nos rodean y amamos y disponer de una buena autoestima. Si satisfaces la necesidad de aceptación de los tuyos te sientes querido y quien se lleva bien consigo mismo tiene una buena autoestima.
La tercera es el Sentido. Significa sentirse pleno existencialmente, sentirse realizado personal y socialmente. Darle sentido a la vida y realizarlo nos hace felices.
Sentirnos seguros, que nos quieran y que la vida tenga sentido es la fórmula para SER felices.
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