Vivimos dirigidos por una serie de pensamientos, conductas y reacciones emocionales memorizados (temor, culpabilidad, falta de autoestima, enfado, prejuicios…) que son muy adictivos y que funcionan como programas informáticos instalados en el subconsciente.
Aprender no es suficiente. Has de aplicar lo que aprendes, y cuando empiezas a experimentar las emociones de esa experiencia, entonces literalmente das nuevas señales a tus neuronas y creas nuevas sinapsis: a eso se le llama evolución.
Cambiar significa ir más allá del entorno, el cuerpo y el tiempo. Podemos hacer que el pensamiento sea más real que cualquier otra cosa, y lo hacemos a diario: si estamos conduciendo por una carretera pero concentrados en nuestro pensamiento, no vemos la carretera, no sentimos nuestro cuerpo y no sabemos cuánto tiempo ha pasado. Ese estado es el que utilizamos para crear.
Una vez tenemos una visión, nuestro comportamiento debe responder a las intenciones. La mente y el cuerpo deben trabajar juntos. Tenemos que escoger de manera distinta de como hemos escogido para que pueda suceder algo nuevo. Si quieres crear una nueva realidad personal, tienes que, literalmente, convertirte en otra persona.
Si podemos enseñar al cuerpo a confiar en el futuro y vivir en la alegría, creamos nuevas conexiones. Una atención clara y una emoción elevada cambian el destino.
En las diferentes prácticas que me han ayudado a esa evolución el Mindfulness tiene un papel muy importante, porque es una forma de regresar a uno mismo, de reconectar y reintegrar una práctica que hemos perdido con el transcurso de los años. En un inicio me ayudó a mejorar el bienestar y la salud y en una segunda fase me ha permitido conectar con mi esencia.
Está de moda ser feliz, pero la felicidad no es algo que nos pongamos poner y combinar con unos pantalones. En realidad ser feliz es una decisión que hay que tomar todos los días, y poco o nada tiene que ver con lo que pasa ahí afuera, fuera de nosotros.
A veces es necesario pasear de la mano con la tristeza para entender que en la otra, nos espera la alegría. La serenidad con la que afrontamos todo lo que la vida nos pone por delante y la actitud con la que damos la cara a los problemas, nos convierte en personas únicas y especiales. Una flecha puede ser disparada solamente si es tirada hacia atrás. Cuando la vida te arrastra con dificultades, que lo hará tarde o temprano, tal vez signifique que vas a ser lanzado hacia algo grande. Cuando eso suceda, que sucederá, sólo concéntrate, respira y mantén tu dirección. Deja que las cosas sucedan.
Hace ya un tiempo que descubrí que todavía estoy aprendiendo a conocerme y día a día descubro algo nuevo en mí. Algunas cosas me gustan y otras no tanto. Y en este viaje, a veces voy tan despacio que me pierdo o me aburro, en cambio otras pierdo el equilibrio. Pero también sé que la el viaje no es una carrera, es un paseo por la vida.
Gemma Segura Virella
Lo de los “programas informáticos” es total. Tan fácil parece alcanzarlo como cuando experimentamos que lo que vemos, lo podemos dibujar y luego el trazo no define la forma. Porque la percepción necesita adiestramiento entre lo que ve el cerebro y lo que dibuja la mano. Horas de entranamiento una vez que se ha tomado la decisión de ser y estar en el camino hacia la felicidad. Mil gracias Gemma por existir en el mismo instante.
jajajaja!!!! virus que llegan y que cuesta tanto borrar 😉 Mil gracias Julia! Abrazos