Imagina un lugar donde de un salto despegas y aterrizas al bonito punto de una nueva historia.
Imagina un lugar donde el agua es sólida, la luz es líquida, el cielo un río congelado que fluye bajo tus pies.
Imagina un lugar donde tu mente se abre sin límites, más allá de las paredes que te rodean.
Imagina un lugar donde la libertad es tan dulce com un salto de agua, ligera como una pluma que mece el aire tebio de la mañana.
Imagina un lugar donde la primavera deviene una avalancha de rosas blancas, un torrente de dulzura que inunda la tierra.
Imagina un lugar donde tu barco atesora toda la sabiduría y el horizonte ofrece todo aquello que necesitas.
Imagina un lugar donde el tiempo se cuenta con tics y tacs, pero el espacio se mide en puestas de sol.
Imagina un lugar donde cada sendero te lleva a casa.
Imagina un lugar donde las finas agujas de los pinos acarician la sal de mar, donde la aventura descubre un corazón que espera.
Imagina un lugar donde las palabras te cobijan, las ideas te apoyan, y los pensamientos te guian hasta el secreto escondido del laberinto.
Imagina un lugar donde los ladrillos arraigan al sol, donde los brotes se despegan suavemente como los rayos del sol y con la fortaleza de una roca.
Imagina un lugar donde el fuego te hace cosquillas y no te quema la piel, con el eco resplandeciente de una estrella.
Imagina un lugar donde la música se filtra a través del cálido oreo de una noche de verano, y el viento te invita a bailar un vals ligero y lento hasta el amanecer.
Imagina un lugar donde los castillos y las nubes se reúnen en las casillas de un tablero de ajedrez y el mundo se encuentra en la mano del ganador.
Imagina un lugar donde los flecos de espuma y la rumor de las olas salen de tu maleta para penetrar en tus sueños.
Imagina que ese lugar es ahora.
Gemma Segura Virella
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